Esta problema que se nos presenta en la actualidad es un tema que cada día ocupa más la atención de científicos, técnicos, políticos y en general, de muchos de los habitantes del planeta.
La escasez de este vital liquido obliga a reiterar nuevamente una llamada a la moderación de consumo por parte de la población a nivel mundial, ya que sin su colaboración los esfuerzos técnicos que llevan a cabo algunas organizaciones resultarían insuficientes.
Sólo muy poca agua es utilizada para el consumo del hombre, ya que: el 90 % es agua de mar y tiene sal, el 2 % es hielo y está en los polos, y sólo el 1 % de toda el agua del planeta es dulce, encontrándose en ríos, lagos y mantos subterráneos. Además el agua tal como se encuentra en la naturaleza, para ser utilizada sin riesgo para el consumo humano requiere ser tratada, para eliminar las partículas y organismos que pueden ser dañinos para la salud. Y finalmente debe ser distribuida a través de tuberías hasta tu casa, para que puedas consumirla sin ningún problema ni riesgo alguno.
Agua en Mexico
México, un país rico en recursos naturales, obtiene el agua que consume la población de fuentes tales como ríos, arroyos y acuíferos del subsuelo. Estos acuíferos se recargan de forma natural en época de lluvias.
Sin embargo, la época de lluvias tiene una duración promedio de cuatro meses lo que propicia una escasa captación. Aunado a esto, del total de agua captada por lluvias, aproximadamente el 70% se evapora.
La desproporción que existe entre la cantidad de agua que se capta por escurrimiento y las extensiones territoriales que comprenden aunado a la corta temporada de lluvias hace que la disponibilidad del agua sea cada vez menor.
Bajo este panorama México enfrenta actualmente graves problemas de disponibilidad, desperdicio y contaminación del agua.}
Sin embargo, la época de lluvias tiene una duración promedio de cuatro meses lo que propicia una escasa captación. Aunado a esto, del total de agua captada por lluvias, aproximadamente el 70% se evapora.
La desproporción que existe entre la cantidad de agua que se capta por escurrimiento y las extensiones territoriales que comprenden aunado a la corta temporada de lluvias hace que la disponibilidad del agua sea cada vez menor.
Bajo este panorama México enfrenta actualmente graves problemas de disponibilidad, desperdicio y contaminación del agua.}
En México, uno de los factores que peor influyen en los problemas relacionados con el agua es su distribución. Actualmente, más de 12 millones de personas carecen de agua potable, especialmente en las zonas rurales y marginales.
La contaminación del agua se debe a las descargas de residuos domésticos, industriales, agrícolas y mineros. Noventa millones de mexicanos, a pesar de tener la supuesta infraestructura para recibir agua potable, necesitan potabilizar su agua a través de sistemas de purificación doméstica o comprarla a muy altos costos a empresas privadas, ya que las plantas purificadoras y las redes de conducción dispuestas por el gobierno o las cisternas y tinacos de almacenamiento individuales no funcionan adecuadamente y contaminan el vital líquido antes de llegar al consumidor final. Esta injusticia ha resultado ser un muy lucrativo negocio, convirtiendo el agua potable en un bien privado.
A pesar de la crítica situación de disponibilidad del agua y millones de pesos invertidos por el gobierno para la promoción de una cultura de conservación, las redes de distribución de las ciudades carecen de una modernización y mantenimiento adecuados, por lo que en algunas ciudades llega hasta el 35% de pérdida del vital líquido a través de estos sistemas.
México se clasifica como un país predominantemente semiárido, acentuando la escasez del agua disponible para la mayoría de la población por la distribución de las fuentes naturales y lluvias. El promedio anual de precipitación es menor a 500 mm anuales en 52% del territorio, mientras es mayor a 2,000 mm anuales en 7% del territorio y sobrepasa los 3,200 mm al año sólo en Veracruz, Tabasco y Chiapas.
La contaminación del agua se debe a las descargas de residuos domésticos, industriales, agrícolas y mineros. Noventa millones de mexicanos, a pesar de tener la supuesta infraestructura para recibir agua potable, necesitan potabilizar su agua a través de sistemas de purificación doméstica o comprarla a muy altos costos a empresas privadas, ya que las plantas purificadoras y las redes de conducción dispuestas por el gobierno o las cisternas y tinacos de almacenamiento individuales no funcionan adecuadamente y contaminan el vital líquido antes de llegar al consumidor final. Esta injusticia ha resultado ser un muy lucrativo negocio, convirtiendo el agua potable en un bien privado.
A pesar de la crítica situación de disponibilidad del agua y millones de pesos invertidos por el gobierno para la promoción de una cultura de conservación, las redes de distribución de las ciudades carecen de una modernización y mantenimiento adecuados, por lo que en algunas ciudades llega hasta el 35% de pérdida del vital líquido a través de estos sistemas.
México se clasifica como un país predominantemente semiárido, acentuando la escasez del agua disponible para la mayoría de la población por la distribución de las fuentes naturales y lluvias. El promedio anual de precipitación es menor a 500 mm anuales en 52% del territorio, mientras es mayor a 2,000 mm anuales en 7% del territorio y sobrepasa los 3,200 mm al año sólo en Veracruz, Tabasco y Chiapas.
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